Me encantan los bizcochos y siempre busco uno con un toque diferente. Así que cuando vi este bizcocho de mandarina glaseado en charococina.blogspot.com.es supe que tenía que probarlo. Además comentaba que es de Webos Fritos, otra página que me encanta y donde sus recetas son garantía de éxito.
En cuanto al glaseado no seguí la receta original, sino que hice otro distinto que está buenísimo y da al bizcocho una jugosidad increíble.
Las mandarinas que he usado son las clemenvillas, que me han encantado. Son más grandes que las clementinas, su piel es de un naranja intenso y su forma es más achatada. También tienen mucho jugo y su sabor es dulce. Ideales para consumir solas y para utilizarlas en este bizcocho.
Bueno, vamos allá con la receta. Necesitaremos:
Para el bizcocho
250 gr. de azúcar
3 huevos
1 mandarina clemenvilla
100 gr. de aceite de oliva virgen extra
100 gr. de nata para montar
250 gr. de harina
10 gr. de levadura de repostería tipo "Royal"
Ralladura de mandarina clemenvilla ( en la receta original ponía la ralladura de una mandarina entera. Yo he puesto solamente un poco porque, no sé si es por la variedad que utilicé, pero me parecía un poco fuerte)
Para el glaseado
75 gr. de azúcar
80 ml. de zumo de mandarina
Comenzamos precalentando el horno a 160ºC con calor arriba y abajo.
Engrasamos el molde con mantequilla incidiendo en todas las hendiduras, espolvoreamos un poco de harina y repartimos bien. Eliminamos el exceso de harina colocando el molde boca abajo y dándole un golpe.
Ponemos los huevos con el azúcar en un bol y batimos con las varillas eléctricas durante 5 minutos más o menos hasta que blanqueen y obtengamos una consistencia cremosa.
Añadimos los gajos de la mandarina completamente pelados, sin nada de piel (ya que amarga), en trocitos muy pequeños. Volvemos a batir durante otros 5 minutos.
Incorporamos el aceite de oliva virgen extra y la nata sin montar. Batimos durante un minuto.
Echamos la harina y la levadura tamizándolas. Mezclamos con una espátula con movimientos suaves y envolventes.
Por último, añadimos un poquito de ralladura de mandarina e integramos con el resto de la masa.
Vertemos la masa en el molde y damos unos golpecitos contra la encimera para que se meta bien la masa por las hendiduras del molde y eliminar posibles burbujas de aire.
Horneamos sobre la rejilla a 160 ºC a media altura y con calor arriba y abajo durante 60 minutos. Después 5 minutos más a 150ºC.
Mientras se hornea hacemos el glaseado. Ponemos el azúcar glas en un cuenco y añadimos el zumo de mandarina (perfectamente colado) y mezclamos.
Cuando haya transcurrido el tiempo, dejamos enfriar el bizcocho 10 minutos en el molde y después lo desmoldamos colocándolo sobre una rejilla.
Servimos el glaseado por encima del bizcocho cuando todavía esta caliente. Yo no lo he utilizado todo. Iba mirando que se fuera absorbiendo, que quedara jugosito pero no empapado.
Dejar enfriar y... a disfrutarlo!
Un bizcocho siempre entra de maravilla a cualquier hora del día, este te ha quedado con una miga espectacular y con ese glaseado le has dado el toque ideal.
ResponderEliminarbicosss
Gracias Merchi por visitar siempre mi blog!
EliminarTengo que decir que este bizcocho es diferente de otros que he hecho antes. El glaseado le da una textura genial y creo que hornearlo a 160 en vez de a 180 me ha quedado más blandito,aunque tenga que estar más tiempo.Sin duda,para repetir.
Bicos!!!
cuánto me alegro que os haya gustado!! te ha quedado muy bien, tengo que probar el glaseado que comentas
ResponderEliminarGracias por venir a visitarme, Charo!
EliminarEstá espectacular el bizcocho y ha sido un éxito.
Gracias por compartir recetas tan buenas.
Bicos!