viernes, 4 de diciembre de 2015

TARTA TRES CHOCOLATES

¿Qué decir de esta tarta?... Que está buenísima... La respuesta es unánime para todos los que la han probado, incluso para los que no les gusta demasiado el chocolate. No es nada empalagosa ni pesada. ¡Hasta me han dicho que parecía de una de las mejores pastelerías!!!!!!!
Esta es una de las tartas más conocidas de la blogosfera y la he hecho un montón de veces pero todavía no la había publicado en el blog. Y, ahora que se acercan las navidades, creo que es un buen postre para las celebraciones que se avecinan. La presentación no es de las mejores, la verdad, pero es que cada vez que la hago no me da tiempo a hacer unas  fotos decentes. La tarta vuela!!!
Os contaré como la hago. Necesitaremos:

150 gr. de chocolate negro para fundir (yo uso el Nestlé Postres. Tienen las 3 variedades)
150 gr. de chocolate con leche para fundir
150 gr. de chocolate blanco para fundir
750 cl. de leche entera
750 cl. de nata para montar (35% materia grasa)
75 gr. de azúcar
50 gr. de mantequilla
3 sobres de cuajada en polvo (yo uso Royal)
1 paquete de galletas María
1 barrita de chocolate negro para decorar


En primer lugar, trituramos las galletas. Yo lo hago con el accesorio picador de la batidora. Después mezclamos bien con la mantequilla derretida.
Colocamos papel parafinado o de horno la base de un molde desmontable. Cubrimos con la mezcla de las galletas y mantequilla todo el fondo del molde. Tapamos con papel de aluminio y metemos en la nevera mientras fundimos la primera capa de chocolate.
En un cazo ponemos 250 cl. de leche, 250 cl. de nata, 50 gr. de azúcar, el chocolate negro y un sobre de cuajada. Lo ponemos al fuego y lo removemos constantemente, para que no se pegue, hasta que rompa a hervir. Sacamos el molde de la nevera y volcamos la mezcla sobre la base de galletas. Dejamos templar un poco y volvemos a meter en el frigorífico el molde tapado con el papel de aluminio.
Seguidamente se hace la misma operación con el chocolate con leche y pero poniendo sólo 25 gr. de azúcar. Se vuelca con cuidado sobre la capa de chocolate negro. Para que no caiga "a chorro" se vierte sobre una cuchara dada la vuelta (por el lado cóncavo). Volvemos a meter en la nevera.
Por último, hacemos lo mismo con el chocolate blanco (a éste no le pongo azúcar), lo volcamos sobre la capa de chocolate con leche y se deja en el frigorífico hasta el día siguiente para que esté bien cuajada. 
Al día siguiente, podemos decorarla con fideos de chocolate o lo que se te ocurra. Yo rallo una barrita de chocolate negro por encima hasta cubrirla bien. Y... ¡Lista para disfrutarla!