Es perfecto tanto para desayunar como para merendar, y en casa ha gustado mucho.
Vamos con la receta. Necesitaremos:
200 gr. de harina
50 gr. de Maizena
13 gr. le levadura Royal
285 ml. de nata para montar
4 huevos medianos ( ella utiliza 3 XL )
200 gr. de azúcar
1/2 cucharadita de sal
1 vaina de vainilla
Precalentamos el horno a 175º C.
Engrasamos un molde de bundt cake con mantequilla.
Mezclamos en un bol la harina de trigo, la maizena, la levadura y la sal.
Montamos la nata (para que monte bien debe estar muy fria al igual que el bol en donde la montemos). Reservamos.
Batimos los huevos a velocidad alta y vamos añadiendo el azúcar poco a poco hasta que quede una mezcla blanquecina, espumosa y que haya doblado su volumen.
Cortamos las dos puntas de la vaina de vainilla y la abrimos longitudinalmente. Raspamos el interior con la punta de un cuchillo y se incorpora a la mezcla de huevos y azúcar.
Añadimos la mezcla de harinas a los huevos en tres veces, alternando con la nata montada. Yo hago este proceso con una varilla manual y con la mezcla de las harinas tamizada, poco a poco y delicadamente.
Vertemos esta mezcla en el molde que teníamos engrasado previamente. Cogemos el molde con las dos manos y le damos un golpe contra la mesa para asegurarnos de que queda bien repartida la masa por todas las hendiduras de este tipo de moldes.
Horneamos durante unos 35-45 minutos aproximadamente. Dentro de ese intervalo de tiempo es cuando tenemos que pinchar con un palillo. Si sale limpio ya está. No todos los hornos son iguales.
Dejamos enfriar el molde en una rejilla durante 10 minutos. Después desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
El resultado: Un bizcocho buenísimo, de sabor sorprendente y con un toque diferente a los que suelo hacer.
¡Animaros a probarlo!
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