Siempre cocino el conejo de la misma manera. La razón es porque es la forma en que lo cocina mi madre y como sale muy rico nunca me ha tentado hacerlo de otro modo. Necesitamos:
1 conejo
1 cebolla
1/2 vaso de vino blanco
Una lata de champiñones laminados grande y una pequeña
1 pastilla de Avecrem
2 dientes de ajo
1 ramita de perejil
Harina
Pimienta negra en grano
1/2 vaso de agua
Aceite
En primer lugar, adobamos los trozos de conejo con un majado de ajo y perejil que habremos machacado en el mortero. Los embadurnamos de harina y los doramos en una sartén con aceite. Según se vayan dorando los apartamos a una olla grande. Una vez que esté todo el conejo dorado añadimos a la olla un poco de este aceite colado.
Ponemos la olla al fuego, añadimos el vino (dejamos que se evapore el alcohol), el agua (en la que habremos disuelto la pastilla de Avecrem), la cebolla entera, los champiñones escurridos y unos granos de pimienta. Vamos meneando la olla para que coja consistencia la salsa.
Metemos en el horno precalentado a 180ºC durante 45 minutos aproximadamente. Cuando lleve la mitad del tiempo más o menos le damos la vuelta. Y ¡Listo!
Yo normalmente lo acompaño con unas patatas fritas en cuadraditos.
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