Sé que muchos ya habréis preparado este plato alguna vez, pero hoy os voy a enseñar cómo lo hago yo.
Es un tipo de plato perfecto para cuando queremos comer bien y no tenemos mucho tiempo para cocinar, ya que se hace prácticamente solo.
Cunde un montón, por lo que también es ideal en el momento en que tengamos invitados. Y ya que se acercan las fechas navideñas, podría ser una buena opción para el menú sin complicarnos mucho.
Bueno, vamos con la receta. Necesitaremos:
1 trozo de lomo de cerdo fresco (el mío era de un kilo y cuarto)
1 cebolla grandecita
1 puerro gordo
3 zanahorias grandes
3 dientes de ajo
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharadita de orégano
3 cucharadas de aceite de oliva virgen para el adobo y 2 para poner por encima de las verduras.
Pimienta negra recién molida
1 vaso de vino blanco
El día anterior cortamos la parte de arriba haciendo rombos y adobamos el lomo de cerdo con la sal, la pimienta negra, el ajo, el pimentón dulce, el orégano y el aceite. Lo dejamos en la nevera bien tapado con film durante toda la noche.
Al día siguiente, precalentamos el horno a 180ºC, con calor por arriba y por abajo.
Mientras, pelamos las zanahorias y la cebolla y le quitamos la capa exterior al puerro. Las lavamos y secamos.
Colocamos el lomo en una fuente apta para el horno y ponemos alrededor las verduras cortadas en trozos grandes.
Introducimos en el horno. Cuando veamos que empieza a cambiar de color el lomo, es decir, que se empiece a dorar un poco, echamos el vino blanco pero siempre sobre las verduras, no por el lomo.
Lo horneamos durante 1 hora.
Una vez transcurrido el tiempo, sacamos la bandeja del horno y lo apagamos.
Retiramos las verduras con la salsa que se habrá formado, ponemos en un vaso de la batidora y batimos bien. Si queremos la salsa más fina, la pasamos por un chino. El lomo lo dejamos en el horno para que no se enfríe.
Sacamos el lomo, lo cortamos en lonchas finas y salseamos con la salsa bien caliente. Podemos acompañarlo de puré de patatas, arroz en blanco o patatas fritas.
Yo tomé la opción del arroz en blanco. Un plato riquísimo... ¿Gustáis?
Nota: Si os sobra, al día siguiente poner en el horno la bandeja con el lomo tapada con papel de aluminio (para que la carne no se reseque) a 150ºC.
Si, si... Ya sé lo que estáis pensando. El Halloween o el Samaín ya ha pasado y he tardado en publicar la receta. La idea era que las magdalenas dieran impresión al ver la mermelada saliendo por fuera, como "sangrantes" y he utilizado cápsulas propias de la fecha en cuestión. Pero publico la receta igualmente porque se pueden hacer en cualquier época del año.
La receta es de Xavier Barriga del libro "Magdalenas". Ya he hecho alguna receta y siguiendo sus indicaciones salen perfectas. Y no tardaré en probar otras a las que ya les he echado un ojo. Vamos con la receta.
Necesitaremos:
125 gr. de huevo (sin cáscara. Yo utilicé 2)
175 gr. de azúcar
60 ml. de leche
190 ml. de aceite de oliva suave (yo uso aceite de girasol Koipesol Delice, especial para repostería)
210 gr. de harina floja
7 gr. de levadura Royal
Una pizca de sal
Mermelada de frambuesa (yo uso la de "La vieja fábrica", que para mi está buenísima)
En primer lugar, es importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente.
Comenzamos batiendo con las varillas eléctricas los huevos y el azúcar hasta que doblen su volumen. Cuando hayan alcanzado el máximo volumen, bajamos la velocidad al mínimo e incorporamos la leche.
A continuación, agregamos el aceite poco a poco y sin dejar de batir.
Mezclamos aparte la harina, la levadura y la sal. Añadimos esta mezcla tamizándola a la masa de huevos, azúcar y leche, lentamente.
Una vez que tengamos una masa homogénea, la batimos a velocidad rápida unos 2 o 3 minutos.
Tapamos la masa con un paño y la dejamos reposar en la nevera una hora como mínimo. Así las magdalenas saldrán perfectas, con ese copete tan característico. Se puede dejar incluso hasta el día siguiente.
Cuando haya reposado la masa la removemos enérgicamente con unas varillas manuales.
Precalentamos el horno a 250ºC.
Cogemos una bandeja para magdalenas y cubrimos cada hueco con un cápsula. Con la ayuda de una cuchara las llenamos con la masa hasta la mitad. Después añadimos un poco de mermelada de frambuesa. Cubrimos con otro poco de masa un poco más de las 3/4 partes de la capacidad de las cápsulas.
Por último, ponemos una cucharadita de mermelada encima de cada magdalena (yo no lo hice, probaré cuando las vuelva a hacer).
Horneamos las magdalenas a 210ºC durante 16 o 18 minutos aproximadamente.
Probarlas, repetiréis seguro!!!!!
Nota: Xabier Barriga explica que si la mermelada es demasiado líquida se puede cocer un poco para que se evapore parte del azúcar. Cuando se enfríe quedará más consistente y con un sabor a frambuesa más intenso. Además aguantará mejor la cocción.
Yo eso no lo hice porque pretendía que la mermelada saliera a la superficie para ese efecto "sangrante", pero la próxima vez seguiré su consejo.
